Imagina que tienes un terreno y deseas construirte una casa. Te ilusionas, preguntas, piensas, sueñas y planificas la casa de tus sueños. No eres una profesional de la arquitectura ni de la ingeniería, pero sí tienes claro que la casa es tuya y que la quieres a tu gusto: tú tomas decisiones, tú eliges.
Entonces buscas un buen arquitecto, te sientas en su despacho y le cuentas cómo quieres tu casa: la distribución, las plantas, las habitaciones, los baños, los patios, las ventanas… Todo es decisión tuya, aunque tú no seas arquitecta. El arquitecto no se ofende porque le expreses tus deseos. Como buen profesional, te puede aconsejar ciertas cosas o te puede indicar que hay cosas logísticamente imposibles o te puede sugerir mejoras. Y entre los dos diseñáis una bonita casa, a gusto tuyo y con el criterio profesional pertinente. Y tan contentos.
Entonces empieza la obra. Todo va saliendo según lo previsto, pero surgen cosas que no estaban en los planos: una dificultad, un problema de luces… Se habla, se pregunta al ingeniero jefe de obra, y se van modificando directamente sobre la marcha. Tú sigues siendo la dueña y señora de la casa, sigues tomando decisiones, y confiando en el criterio de los profesionales, te vas adaptando a la nueva situación. Puede que incluso tengas que cambiar cosas que eran muy importantes para ti, pero lo que importa es que la casa sea tuya, sea segura y te guste. Ningún profesional ha cuestionado nunca que la casa sea tuya, ni te ha echado en cara que decidas lo que prefieres.
Ahora bien, tienes que ser realista y tener claro lo que quieres y por qué lo quieres. No puedes pedirle al ingeniero que te ponga la luna en el salón, porque por muy dueña que seas de la casa, la luna no es accesible. Tampoco puedes empeñarte en mover los muros de carga, ni hacer la distribución eléctrica sin saber los criterios de seguridad, por tanto, tendrás que tener claro qué pides, por qué lo pides y las alternativas posibles.
Está claro, ¿no?
Pues ahora cambia la casa por el parto, arquitecto por matrona y el ingeniero por el hospital.
Eso es UN PLAN DE PARTO
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