Tenemos un plan…

Normalmente, tenemos un plan: un plan de viaje, un plan para una boda, un plan de trabajo, un plan para casi todo. Llega el embarazo y nos suele pillar sin plan; sí, tener un bebé se supone que es el plan, pero poco más. El bebé no es el plan, como vamos comprobando a medida que se acerca el momento del nacimiento. El bebé es el resultado del plan, no el plan en sí mismo.

Con suerte, durante el embarazo, nos topamos con alguien profesional que nos habla del plan de parto. ¡Oh, sorpresa! ¿Un plan para parir? Bueno, sí, algo así. La definición de plan es “Programa en el que se detalla el modo y conjunto de medios necesarios para llevar a cabo esa idea”, es decir, que el plan de parto es el ideal de cómo te gustaría que fuese el parto, detallando cosas concretas de lo que puedes elegir o de tus preferencias, los recursos que te gustaría usar y, de alguna manera, lo que quieres y no quieres el día del parto (aquí tienes un poco más de información sobre el plan de parto).

Y hasta ahí llegan los planes.

Nace el bebé y ¿tenemos un plan? ¿Tenemos un plan de posparto? Aquí ya se nos pone cara de susto total. Y es que no solemos pensar en el posparto, porque parece muy lejano y porque tenemos el cerebro en modo parto total y absoluto, sin dejar espacio a nada más.

Pero el posparto es lo más; lo más de todo: lo más intenso, lo más largo, lo más desconocido, lo más impredecible, lo más cansado, lo más duro, lo más … de lo que quieras pensar, seguro que es lo más. Yo te hablo de esto en mi libro Puérpera Perdida, que puedes encontrar en librerías y plataformas de venta, pero ahora vamos a centrarnos en el PLAN DE POSPARTO.

Un plan de posparto es una herramienta logística muy buena para conseguir un poquito de tranquilidad. Aunque durante el embarazo no lo solemos pensar, los primeros días del puerperio son un caos si no hay una buena planificación estratégica de las cosas; a veces, incluso con buena planificación, es un poco caos, sobre todo a nivel emocional, pero esa parte es inevitable.

Elaborar un plan de posparto tiene un objetivo: facilitarte la vida, y para ello, es necesario plantearse qué recursos tenemos, de qué ayuda disponemos, cuáles son nuestras preferencias respecto a visitas o ciertas normas sociales y qué necesitamos para poder hacer lo que tenemos realmente que hacer como recién paridas, que es dejarse cuidar y cuidar al bebé.

Aunque parecen tonterías, estas cosas agobian muchísimo cuando acabas de parir y tienes una criatura en brazos que demanda toda tu atención. Al ser todo tan intenso, situaciones absurdas que, en otras circunstancias, no nos moverían un pelo del flequillo, en el posparto son como cataclismos en cadena. Y no me refiero a decisiones vitales, no; me refiero a cosas como que te visiten o no en el hospital, que te visiten o no en casa, y cuánta gente y en qué momento, quién se encarga de los otros cachorros (si los hay), dónde hay un grupo de madres o una ayuda para problemas de lactancia, lo que vamos a comer (sobre todo la primera semana que es la más inestable), quién se encarga de la limpieza o los papeles legales, cómo y cuándo son las revisiones (las tuyas, que las del bebé las tienes todas apuntadas), etc. Todas esas pequeñas cosas, si las pensamos y las dejamos organizadas, nos ahorramos muchos problemas después, pues en el posparto tu mente puede estar funcionando de forma totalmente diferente y cometemos todas el error de presuponer mucho quién hace qué; para evitar conflictos, mejor dejarlo todo ordenadito y apuntado en un papel y así, no solo tú, sino todas las personas que te rodean, sabrán a qué atenerse y cómo organizarse. De esta manera, tú podrás hacer lo que tienes que hacer: puerperear (dejar que el cuerpo se recupere y estar en disposición de tu bebé).

Para facilitarte aún más esto, Sandra Gómez @fisioespecialis y yo diseñamos un precioso documento para nuestra formación de Cuerpos Femeninos que puedes encontrar aquí.

La vida está llena de sorpresas y hay que fluir, que eso está genial, siempre y cuando no te desborde. Un plan de parto, un plan de posparto solo son herramientas para que puedas dejarte llevar sin tener que pensar en momentos concretos, nada más. No son leyes, no son normas, no son órdenes que haya que cumplir a rajatabla; son organización y facilitación para que puedas disfrutar de los acontecimientos tan importantes que están pasando en estos momentos de la vida.

Aquí no pega una embarazada feliz. Más bien una mujer con bebé en brazos y con la casa revuelta o con ojeras hasta el suelo

0 comentarios
Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pin It on Pinterest

Share This
Abrir chat
1
Escanea el código
Hola
¿En qué podemos ayudarte?