
Se ha generado muchas veces debate en torno a la edad del destete. Fisiológicamente hablando, desde un punto de vista totalmente mamífero, el destete en el mundo animal se da cuando la cría se puede alimentar por sí sola con un mínimo de seguridad y ha alcanzado un desarrollo mínimo, que es completamente diferente según el tamaño de cada especie. Esto, en humanos, vendría a ser entre los 5 y los 7 años de vida. Y, antes de echarnos las manos a la cabeza, repito: desde el punto de vista puramente biológico, ese sería el planteamiento. Pero no solo somos seres biológicos. ¡Ojo! También quiero dejar constancia que los mamíferos no humanos, cuando consideran que sus crías están preparadas para la vida independiente y quieren que se desteten, no se andan con chiquitas: les gruñen, les mordisquean y les estufean lo más grande. Que no hay que seguir a la naturaleza al pie de la letra en todo, ¿eh?
Recordemos que entendemos por concepto de salud (OMS) «un completo estado de bienestar, bio-psico-social, y no solo la ausencia de enfermedad». Este concepto, aunque poco acertado para mi gusto (por lo de «completo estado de bienestar», que es algo inalcanzable) sí que me interesa recalcarlo porque abarca todas las esferas del ser humano: biológica, psicológica y social (podríamos añadirle espiritual y sería más completa aún). En fin, que me despisto. A lo que iba: si desde el punto de vista biológico, el destete se debería producir sobre los 5-7 años, ¿podemos afirmar lo mismo desde los puntos de vista restantes? Rotundamente NO.
Vaya por delante que no existe ningún estudio, a fecha de hoy, que demuestre que amamantar a las criaturas hasta que ellas deseen pueda producir algún tipo de enfermedad, malestar o perjuicio, y si hay muchos estudios que demuestran que las niñas y niños amamantados durante años tienen mejores condiciones de salud mental, física y social, que los no amamantados. Como siempre, esto es estadística, Y, por favor, que nadie me salga con que su hijo o su hija no mamó y está fetén, que eso no me vale. La evidencia es la evidencia, nos guste o no. Pero la evidencia, igualmente, hay que saber leerla: que haya más probabilidades de que tu hija o tu hijo esté mejor de salud por mamar no es equivalente a inmunidad, ni significa que tengas que amamantar hasta los 7 años por obligación, porque si no, es que eres una mala madre. ¡Para nada!
La lactancia biológicamente es la mejor forma de alimentar a un ser humano, pero también tiene un componente social y psicológico importantísimo: el placer; tanto para la madre como para su criatura. Para mí, y que me perdone quien piense que estoy diciendo un disparate, si amamantar no conlleva asociada una relación placentera, pierde gran parte de su valor.
No existe la perfección en la maternidad; existen madres que hacemos lo que podemos, como podemos y cuando podemos. Amamantar es placentero, y, si no lo es, es porque hay un problema. Si hay problemas, hay soluciones. Y la solución puede ser un destete.
Nadie debería juzgar a una madre que decide destetar, en el momento que sea y por las razones que sean; son suyas y de nadie más. Cuando una madre decide destetar, debería encontrar el mismo apoyo que encontró para iniciar su lactancia, incluso más, porque esta etapa, sea cuando sea, siempre supone y duelo.
Se habla muchísimo de lactancia: de sus inicios, de las dificultades, de las soluciones a los diferentes problemas. Incluso se habla muchísimo de la absurda batalla de sí, las mujeres que amamantan o no amamantan son mejores o peores madres, como si fuera eso, algo que beneficiara a alguien (bueno, yo sí pienso que beneficia a alguien, pero eso es otro tema). Se habla de muchas cosas, mejor o peor, más o menos evidenciado, con una intención u otra; pero se habla muy poco del destete. Y, si algo hay claro en esta vida, es que todo lo que empieza, algún día termina. Así que hoy voy a hablar del destete, de todas las posibilidades de destete que tenemos, y de todo lo que pasa después de haber amamantado, que pasar, pasan cosas.
Se ha generado muchas veces debate en torno a la edad del destete. Fisiológicamente hablando, desde un punto de vista totalmente mamífero, el destete en el mundo animal se da cuando la cría se puede alimentar por sí sola con un mínimo de seguridad y ha alcanzado un desarrollo mínimo, que es completamente diferente según el tamaño de cada especie. Esto, en humanos, vendría a ser entre los 5 y los 7 años de vida. Y, antes de echarnos las manos a la cabeza, repito: desde el punto de vista puramente biológico, ese sería el planteamiento. Pero no solo somos seres biológicos. ¡Ojo! También quiero dejar constancia que los mamíferos no humanos, cuando consideran que sus crías están preparadas para la vida independiente y quieren que se desteten, no se andan con chiquitas: les gruñen, les mordisquean y les estufean lo más grande. Que no hay que seguir a la naturaleza al pie de la letra en todo, ¿eh?
Recordemos que entendemos por concepto de salud (OMS) «un completo estado de bienestar, bio-psico-social, y no solo la ausencia de enfermedad». Este concepto, aunque poco acertado para mi gusto (por lo de «completo estado de bienestar», que es algo inalcanzable) sí que me interesa recalcarlo porque abarca todas las esferas del ser humano: biológica, psicológica y social (podríamos añadirle espiritual y sería más completa aún). En fin, que me despisto. A lo que iba: si desde el punto de vista biológico, el destete se debería producir sobre los 5-7 años, ¿podemos afirmar lo mismo desde los puntos de vista restantes? Rotundamente NO.

Vaya por delante que no existe ningún estudio, a fecha de hoy, que demuestre que amamantar a las criaturas hasta que ellas deseen pueda producir algún tipo de enfermedad, malestar o perjuicio, y si hay muchos estudios que demuestran que las niñas y niños amamantados durante años tienen mejores condiciones de salud mental, física y social, que los no amamantados. Como siempre, esto es estadística, Y, por favor, que nadie me salga con que su hijo o su hija no mamó y está fetén, que eso no me vale. La evidencia es la evidencia, nos guste o no. Pero la evidencia, igualmente, hay que saber leerla: que haya más probabilidades de que tu hija o tu hijo esté mejor de salud por mamar no es equivalente a inmunidad, ni significa que tengas que amamantar hasta los 7 años por obligación, porque si no, es que eres una mala madre. ¡Para nada!
La lactancia biológicamente es la mejor forma de alimentar a un ser humano, pero también tiene un componente social y psicológico importantísimo: el placer; tanto para la madre como para su criatura. Para mí, y que me perdone quien piense que estoy diciendo un disparate, si amamantar no conlleva asociada una relación placentera, pierde gran parte de su valor.
No existe la perfección en la maternidad; existen madres que hacemos lo que podemos, como podemos y cuando podemos. Amamantar es placentero, y, si no lo es, es porque hay un problema. Si hay problemas, hay soluciones. Y la solución puede ser un destete.
Nadie debería juzgar a una madre que decide destetar, en el momento que sea y por las razones que sean; son suyas y de nadie más. Cuando una madre decide destetar, debería encontrar el mismo apoyo que encontró para iniciar su lactancia, incluso más, porque esta etapa, sea cuando sea, siempre supone y duelo.
- Como profesional: escuchar, sostener y ofrecer opciones, tanto para mantener como para acabar con una lactancia.
- Como mujer: acompañar y comprender el dolor de otra mujer que ha tomado una decisión, que es suya, aunque no sea la que yo hubiera tomado.
¿Cómo se desteta? Pues va a depender de la edad y de cada binomio madre-criatura.
No es lo mismo destetar con 6 meses, con una producción de leche muy alta y frecuente, que destetar con 3 años, que hay unos ritmos mucho menos intensos de producción de leche. En cualquier caso, la norma básica con respecto a la criatura es «no rechazar, no ofrecer» y hacer una reducción paulatina siempre que sea posible, para evitar mastitis y complicaciones. Si decides/notequedaotra que hacer un destete brusco, deberás tomar muchas precauciones e ir vaciando el pecho, con sacaleches o a mano, lo justo para evitar mastitis y lo mínimo para evitar estimular la producción. Es un poco difícil de explicar, porque cada caso será distinto. En esta situación, mi recomendación es que te asesores con profesionales formadas en lactancia materna y hagas un seguimiento adecuado.
Eso, como cuidados de la parte biológica de la lactancia. Como cuidados psicosociales, ten en cuenta que es muy fácil caer en la culpa y la autoflagelación (soy egoísta, mala madre, estoy quitando la salud de mi hij@). Es una pérdida, sea una decisión voluntaria o forzada por las condiciones, y como tal, habrá dolor. No estás loca. No eres mala. Eres tú y tus circunstancias. Y por eso es muy necesario el acompañamiento y la comprensión a una madre que desteta.
Cuando el destete se produce gradualmente, y sobre todo, cuando son las niñas o los niños quienes deciden dejar la teta, aunque sea más fácil biológicamente, también hay tristeza y sentimiento de pérdida.
Sea como sea, especialmente cuando las lactancias han durado mucho tiempo, es muy frecuente tener incluso durante años tras el destete, alguna producción de leche. Ten en cuenta que las mamas son fábricas de leche, que no han eliminado su capacidad, sino que han dejado de producir a pleno rendimiento, y que están influidas por las hormonas que circulan por nuestro cuerpo (la oxitocina, la prolactina) con o sin lactancia. De hecho, hay fármacos que estimulan la producción de leche (como efecto secundario, me refiero) y algunos hombres incluso pueden producir leche. Así que, si han pasado meses o años desde que destetaste y alguna vez sale algo de líquido por tus pezones, es probable que sea leche y nada más. Es verdad que asusta, sobre todo porque ciertas enfermedades también tiene ese síntoma, y hay que descartar en algunos casos otras posibilidades. Pero si ocurre esta salida de leche en períodos de mucho estrés, o cuando ves u oyes un bebé llorar, o situaciones en las que se estimule tu instinto maternal, lo más probable es que sea un poco de leche y nada más. De hecho, muchas mujeres creen que cuando destetan, automáticamente dejan de producir leche, y eso no es así: pueden estar muchos meses después produciendo leche, sin que sea un problema de salud.
Espero y deseo que ninguna mujer se sienta juzgada nunca por decidir destetar a su criatura, tenga la edad que tenga y sean cuales sean sus razones. Y que puedan hacerlo de la forma más respetuosa: tanto para su criatura como también para ella y su cuerpo.
La Lactancia es cosa de dos, y la salud en lactancia implica el bienestar del binomio. No puede nadie ponerse en las tetas de esa mujer, así que mejor apoyarnos y sostenernos, que hundirnos en la miseria, que para eso ya hay lobbies por el mundo.
Ascensión Gómez López; Mujer por nacimiento, madre por elección y matrofisio por vocación
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